Como todos ya sabemos las nueces destacan por el contenido y la calidad de su grasa; ya que su contenido lipídico (grasa) llega a aportar el 80% de sus calorías. Sí es cierto que abundan los ácidos grasos más saludables, representando aproximadamente el 91% de la energía de las grasas, las  grasas insaturadas; como el ácido linoleico (omega 6) y el ácido linolénico (omega 3); al igual que la grasa presente en algunos pescado tienen efectos beneficiosos para la  salud al normalizar los niveles de colesterol-LDL (“conocido como colesterol malo) y los triglicéridos en la sangre, evitando la formación de trombos, con lo cual ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares.

Al igual que el resto de frutos secos, la nuez es un alimento muy calórico, debido fundamentalmente a su riqueza en grasa y bajo contenido en agua.

La nuez es pobre en hidratos de carbono y sólo contiene una pequeña cantidad de azucares simples, lo que permite que sea bien tolerada por personas diabéticas en momentos de hipoglucemia. Esta reducción de colesterol, hasta hace unos años se atribuía a la calidad de su grasa insaturada, sin embargo, se sabe que este efecto también está potenciado por la acción de otros componentes como su contenido en fibra, esteroles, arginina, vitamina E y minerales, como el cobre y el magnesio que actúan como antioxidantes.

Este fruto seco es el alimento que mayor cantidad de antioxidantes contiene, muy por encima de otros más conocidos; contiene 20 veces más que la cantidad presente en las naranjas, también más que en las espinacas, zanahorias o tomates.

Especialmente son ricas en vitamina E y B6, fosfato, potasio y magnesio.

Además, su contenido en proteína puede llegar a ser de un 18% siendo proteínas de buena calidad y aportando arginina (un aminoácido relacionado con la prevención de enfermedades cardiovasculares) aunque  deficitario en metionina (aminoácido esencial para la quema de grasas y para funcionamiento de tejidos corporales).

Es por todo eso que desde mi punto de vista, recomiendo 100% el consumo de nueces, como de otros frutos secos crudos, siempre y cuando se trate de adultos  sanos, sin ningún tipo de sobrepeso u obesidad.

Una ración se corresponde con 25 gramos de frutos secos sin cáscara.

Para obtener un efecto beneficioso en la prevención de enfermedades cardiovasculares, se recomienda un consumo de 5 veces por semana una ración de frutos secos para personas con dietas no especiales o basales, pero en el caso de que la personas presenta un sobrepeso u obesidad se recomienda 1-2 raciones semanales.

 

Sara Hernández Jimeno

Nutricionista, valencia.

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