El dolor durante la menstruación es muy frecuente entre las mujeres. Muchas de ellas sufren de manera severa cada mes, viendo afectado su día a día. Otras abusan de fármacos analgésicos y antiinflamatorios de manera reiterada o bien se ven abocadas a hormonarse hasta la menopausia.
La dismenorrea o dolor durante la menstruación es una de las alteraciones ginecológicas más frecuentes, concretamente la dismenorrea primaria. Ésta suele comenzar dos o tres años después de la primera regla, cuando se establece la ovulación. Disminuye a partir de los 25 años y es muy rara después del primer parto. Pueden acompañarse o no de síndrome premenstrual (sensación de plenitud, irritabilidad, depresión, y otras alteraciones que suelen presentarse los días previos a la menstruación).
Existe también otro tipo de dolor llamado dismenorrea secundaria, cuando se trata de un dolor que aparece durante este período pero existe un problema subyacente que lo provoca, por ejemplo, la endometriosis, fibroides, infecciones, malposición uterina, etc.
Los síntomas que presenta la mujer que sufre de dismenorrea son:
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Dolor en el abdomen bajo de tipo cólico que puede irradiar a la espalda y piernas.
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Dolor lumbar
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Aumento de las veces de orinar
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Náuseas
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Diarrea
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Dolor de cabeza, migraña
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Distensión abdominal
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Depresión e irritabilidad
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Retención de líquidos
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Pesadez en las piernas
Estos síntomas pueden ir precedidos por el Síndrome Premenstrual, que tiene lugar por el cambio hormonal desde el momento de la ovulación hasta la menstruación, lo que supone un periodo más alargado en el tiempo con síntomas desagradables.
El exceso de prostaglandina (sustancia similar a las hormonas presente en nuestro organismo) causa contracciones uterinas dolorosas. La falta de ejercicio y las alteraciones emocionales pueden contribuir al problema. Otros factores como: la primera regla a edades tempranas, un peso corporal bajo, ciclos menstruales largos con duración del sangrado largo, abundante o irregular, antecedentes familiares de dolor menstrual, tabaco, alcohol, vida sedentaria… también pueden ayudar a padecerla.
Desde la osteopatía ayudamos a eliminar las tensiones creadas, regulamos la información nerviosa y el aporte de sangre en el tejido afectado y ayudamos a eliminar las adherencias que podamos encontrar a nivel del ovario, útero y aquellas zonas que se encuentran en relación a estas estructuras a través de ligamentos y músculos.En consulta realizamos una valoración individual, en la que podemos encontrar:
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Inestabilidad lumbo-pélvica asociada a este dolor.
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Congestión a nivel de la región abdominal.
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Tensión muscular en la región lumbo-sacra.
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Tensiones miofasciales
Trabajamos sobre los ligamentos y fascias, detectamos alteraciones estructurales sobre el útero y trabajamos para conseguir un buen posicionamiento de éste para evitar el dolor.
La actividad aeróbica (nadar, ir en bici, la marcha (correr no pues aumenta el dolor debido a los impactos) y los estiramientos son ideales para movilizar estructuras.
También son importantes los factores alimenticios. Los alimentos refinados aumentan los niveles de azúcar en sangre, que favorecen la producción de prostaglandinas, sustancia química inflamatoria comentada.
Si eres mujer que sufre dolor durante la menstruación, no pienses que estás condenada de por vida, que el uso de anticonceptivos es la única manera de solucionar el dolor. El tratamiento de la dismenorrea a nivel osteopático es muy sencillo y los resultados son satisfactorios.
La osteopatía te puede ayudar si tienes:
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Dismenorrea
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Síndrome premenstrual
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Amenorreas (falta de menstruación) tras la toma de anticonceptivos.
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Prolapsos leves de vejiga, útero y recto y algunas incontinencias urinarias.
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Dolor durante las relaciones sexuales
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Endometriosis
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En el preparto y recuperación postparto.